La traducción médica es una especialidad que requiere formación continua. Cada vez son más los traductores que denuncian que su revisor está menos especializado, por lo que no tiene mucho sentido que ejerza dicha tarea. Cuando hacemos una traducción médica, aún siendo expertos, hay muchos detalles que indudablemente se nos pueden pasar por alto. Por eso, si al traductor se le ha escapado alguna errata, el revisor debe estar al pie del cañón para corregirla. Al fin y al cabo, estos pequeños detalles no hacen que el texto no se comprenda, pero dejan entrever que la invisibilidad que persigue el traductor en busca de la naturalidad no se ha conseguido del todo. En este artículo vamos a ver una de las erratas más comunes (según mi experiencia) en traducción médica: la nomenclatura de genes y proteínas. Hace unos años, uno de mis profesores de traducción médica planteó la siguiente frase para iniciar este debate, cómo se escriben los genes y las proteínas: The cagA gene, located...